Hay de todo en la orilla...

Pasé unos días hermosos en mi playa favorita, allá por los Mogotes.
Se vio de todo.
Grandes, pequeños, hermosos desalineados. Cuadrados y oblongos.
Trabajados y descuidados.
Juveniles, maduros, añiles.
Tatuados. Frotados, marcados.
Bronceados, blancos.
Secos, transpirados, encremados.
Diplomáticos, mágicos, cómicos. Extra large. Medium.
Todos: "Delicia para los ojos".
Mi reino por un culo. Y que se caiga el mundo.
Y el mundo se cayó
Y después... como enojada la naturaleza porque este gran picknic se acababa... PLAF! Se mandó la gran Salta.
Y no fue el "Salta Violeta!!!..." de Scazziotta ni el "Salta, salta pequeña langosta!..." No.
Se vino abajo la estantería.
Y además de la tragedia mostró que lejos queda de Buenos Aires, que lejos queda de los gobernantes, "...es una pobreza extrema..." dijo.
Acaso no lo sabía? O pensaba que allá en Tartagal Luis Vuitón obtiene récords de ventas.
O ¿pensó que había hoteles como el que se construyó para su ego en el sur?
Es tan distinto los salones reales donde se entrega a la nación que las calles barrosas sin casas en pie.
En fin.
Tenemos lo que tenemos porque llegan al gobierno por ingeniería electoral.
Pero ahora que pienso un poco más...
¡que hermosos culos que vi?
Uy!!!

"Salta, salta, salta, pequeña al costado
que hoy están de enganche todos los pescados"

No se embarre.
Pise aquí por favor.
No estropee sus zapatos
...los pagamos entre todos